TEMAS ─ POR JOSE VICENTE G.

25.5.13

CON FRASES COMO "SI ÉL PUEDE YO TAMBIÉN..." VIVIREMOS LA VIDA SEGÚN LO QUE LOGRAN LOS DEMÁS


DEFINITIVAMENTE EL MUNDO ES INJUSTO. PERO DEJEMOS DE LLORAR POR ESO Y TRABAJEMOS POR NOSOTROS, METAMOS EL HOMBRO Y EMPUJEMOS EN PRO DE NUESTRAS VIDAS Y DE LAS VIDAS DE LAS PERSONAS QUE DE NOSOTROS DEPENDEN.

Si el mundo estuviera tan organizado que todo tuviera que ser justo, no habría criatura viviente que pudiera sobrevivir ni un solo día. A los osos se les prohibiría comer salmones, y habría que atender a los intereses personales de todos los seres humanos.

Estamos condicionados a buscar justicia en esta vida; y cuando no lo conseguimos sentimos enfado, ansiedad o frustración. En realidad tendríamos el mismo éxito si buscáramos la fuente de la eterna juventud o algún otro mito por el estilo.

La justicia no existe. Nunca ha existido y jamás existirá. Simplemente el mundo no ha sido organizado de esa manera.

Las águilas comen conejos. Eso no es justo para los conejos. Los tiburones comen focas, lo cual no es justo para las focas. El puma mata zorros. Los zorros matan y comen comadrejas. Las comadrejas matan ratones. Los ratones matan... No tienes más que observar la naturaleza para darte cuenta de que no hay justicia en este mundo. Los tornados, las inundaciones, los maremotos, los tsunamis, las sequías, todos esos fenómenos son injustos.

Este asunto de la justicia es un concepto mitológico. El mundo y la gente que vive en él son injustos todos los días. Tú puedes escoger ser feliz o ser desgraciado, pero esta elección nada tiene que ver con la falta de justicia que veas a tu alrededor.

Esto que aquí escribo no es un punto de vista amargado de la humanidad y del mundo, expuesto por JOSÉ VICENTE GÓMEZ; sino que, más bien, es un informe realista sobre lo que es el mundo. La justicia es un mero concepto casi imposible de aplicar, en especial en lo que se refiere a tus propias opciones de realización y felicidad personales. Pero muchos de nosotros tendemos a exigir que la justicia y la equidad sea parte inherente de nuestras relaciones con los demás. Y la gente suele pensar cosas como estas: "No es justo", "Tú no tienes derecho a hacer eso si yo no puedo hacerlo", "¿por qué él tiene un buen auto y yo no?", "¿por qué ella es alta y yo no?".

Éstas son las frases que usamos. Queremos justicia y usamos su carencia como justificación para la infelicidad. La exigencia de justicia no es un comportamiento neurótico. Sólo se convierte en un problema cuando te castigas a ti mismo con una emoción negativa al no poder ver la justicia que exiges. En este caso el comportamiento autofrustrante no es la exigencia de justicia, sino la amargura que puede generar esa realidad sin justicia.

Nuestra cultura promete justicia. Los políticos se refieren a ella en todos sus discursos. "Necesitamos igualdad y justicia para todos".  Sin embargo día tras día, más aún, siglo tras siglo, la falta de justicia continúa. Pobreza, guerras, pestes, crímenes, prostitución, drogas, enfermedades y asesinatos siguen sucediendo generación tras generación tanto en la vida pública como en la privada. Y si la historia de la humanidad puede servirnos de guía, seguirán sucediéndose. La injusticia es una constante en la vida.

El sistema legal promete justicia. "La gente exige justicia", y hay personas que incluso trabajan para que así sea, para que haya justicia. Pero generalmente no sucede. Los que tienen dinero no son condenados. A menudo los jueces y los policías se venden a los poderosos. Un presidente y un vicepresidente de un determinado país son perdonados o despedidos con una leve reprimenda después de haberse demostrado que eran culpables de graves actividades delictivas. Los pobres llenan las cárceles y no tienen casi la menor posibilidad de golpear al sistema. No es justo. Pero es cierto. Richard Nixon fue exonerado y sus cómplices pasaron solo unos pocos meses en las mejores prisiones con todos los lujos, mientras que los pobres y los miembros de grupos minoritarios se pudren en las cárceles esperando la revisión de su causa, esperando una oportunidad.

La visita a cualquier tribunal de justicia o cuartelillo de policía, nos demostrará que para los poderosos e influyentes hay reglamentos especiales aunque las autoridades lo nieguen empecinadamente. ¿Dónde está la justicia? ¡En ninguna parte! Tu decisión de luchar contra ella puede ser admirable, sin duda, pero tu elección de dejarte perturbar por ello es algo neurótico y autoflagelante.

Una propuesta matrimonial hacia una dama, puede ser vista
como "injusta" por sus amigas solteronas.
La sed de justicia puede llegar a infiltrarse en tus relaciones personales y evitar que te comuniques eficientemente con las demás personas. El conocido lema "¡No es justo!" es una de las quejas más comunes (y destructivas). Para poder considerar que algo es injusto tienes que compararte con otro individuo o con otro grupo de individuos. Tu mente funciona más o menos así: "Si ellos pueden hacerlo, yo también entonces debo poder". "¡No es justo que tú tengas más que yo!", "pero si yo no pude hacer eso, ¿por qué lo vas a hacer tú?". En estos casos determinas lo que es bueno para ti basándote en la conducta o posesiones de otros. Ellos, no tú, están a cargo de tus emociones. Si te sientes perturbado porque no puedes hacer algo que otra gente puede hacer o ha hecho, es porque has dejado que sean ellos los que te controlen. Cada vez que te comparas a ti mismo con cualquier otra persona, estás jugando el juego del "No es justo" y trasladándote desde tu postura de confianza en ti mismo al pensamiento externo dirigido por terceros.

EL CONCEPTO DE JUSTICIA ES UN CONCEPTO EXTERNO; UNA MANERA DE EVITAR EL HACERNOS CARGO DE NUESTRAS PROPIAS VIDAS.

EN LUGAR DE PENSAR EN QUE LAS COSAS SON INJUSTAS, PODEMOS DECIDIR LO QUE REALMENTE QUEREMOS, Y PONERNOS A TRABAJAR LOS MODOS PARA LOGRARLO Y A LABRAR EN POS DE ELLO, INDEPENDIENTEMENTE DE LO QUE EL RESTO DEL MUNDO QUIERE O HACE.

EL HECHO ES QUE TODAS LAS PERSONAS SON DISTINTAS, Y NO IMPORTA CUANTO NOS QUEJEMOS Y RECLAMEMOS PORQUE LOS DEMÁS TIENEN MÁS QUE NOSOTROS, NO LOGRAREMOS NINGÚN CAMBIO POSISITVO PARA NUESTRAS VIDAS. NECESITAMOS ELIMINAR LAS REFERENCIAS O PUNTOS DE COMPARACIÓN VENIDOS DE FUERA Y TIRAR LOS PRISMÁTICOS CON QUE ENFOCAMOS LO QUE HACEN LOS DEMÁS. NADA PODEMOS HACER PARA EVITAR QUE UNAS PERSONAS TRABAJEN CON MENOS ESFUERZO Y GANEN MÁS DINERO; Y QUE OTRAS PERSONAS CONSIGAN ASCENSOS, FAVORES Y MEJORAMIENTO DE SUS POSICIONES SOLO POR CIERTOS FAVORITISMOS; Y QUE, MUCHAS VECES, INADVIERTAN A QUIENES SON MÁS HÁBILES Y EFICIENTES.

EL CASO ES QUE SI NOS ENFOCAMOS EN NOSOTROS MISMOS EN LUGAR DE COMPARARNOS CON LOS DEMÁS, NOS DAREMOS CUENTA QUE NO VALE LA PENA MOLESTARNOS POR LA FALTA DE EQUIDAD Y JUSTICIA. EL TELÓN DE FONDO DE CASI TODAS LAS NEUROSIS ES DEJAR QUE EL COMPORTAMIENTO DE LOS DEMÁS SEA MÁS SIGNIFICATIVO Y MÁS IMPORTANTE QUE EL NUESTRO PROPIO. SI NOS CASAMOS CON FRASES COMO "SI ÉL PUEDE HACERLO ENTONCES YO TAMBIÉN...", VIVIEMOS NUESTRAS VIDAS SEGÚN LO QUE PIENSAN Y CONSIGUEN LOS DEMÁS Y NO CREÁNDOLA NOSOTROS MISMOS A NUESTRA MANERA.

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