COMPREMOS LO NUESTRO (770) APOYEMOS LA INDUSTRIA NACIONAL, ES UN DEBER

Cuando compremos en un almacén de cadena o  en cualquier establecimiento de comercio, hasta donde nos resulte posible fijémonos que el producto a adquirir sea de origen nacional o hecho en Colombia. Si no lo hacemos, poco a poco nuestros niveles de desempleo van a llegar a ser inmensos y, obviamente, no queremos que así sea. 

No pensemos que si adquirimos esto o aquello -por ser importado- nos ahorramos mil pesos, porque en realidad, como sociedad, no nos estamos ahorrando nada comprándole a una empresa taiwanesa, mexicana, brasilera o china. Porque la gente de allá, después, no van a venir a comprarnos a nosotros. 

Palmolive, Philips y muchas otras empresas similares, dejaron a miles de colombianos sin trabajo y en la calle, y se fueron a fabricar a Brasil todo aquello que nosotros aún, día a día, les seguimos comprando en forma casi que mecánica o automática. 

Para saber en forma rápida si un producto es hecho en Colombia o que, al menos, un importante porcentaje del mismo haya sido fabricado en nuestro país, basta con mirar rápidamente su código de barras. Si este empieza por 7-70 ó por 770, es Made in Colombia. Si, por ejemplo, el código inicia por 7-89 ó 789, es brasilero; y, así, cada país posee sus tres primeros dígitos de identificación. 

Así es que, amigos(as), les invito y les insto a que nos fijemos en el número inferior del código de barras para buscar en él, el 7-70 ó el 770. 

Desde luego que es de entender que hay muchas cosas que no se producen en Colombia y que, al necesitarlas, es menester comprarlas importadas. Pero también es cierto que son numerosos los productos importados que utilizamos y que, sin que nos causemos problemas, podemos adquirir o pasarnos a sus equivalentes colombianos. 

Un ejercicio sencillo: la próxima vez que entremos a mercar a un súper, parémonos frente a los jabones de tocador y a cada uno de ellos mirémosle el número inferior de su código de barras. Con esta información podremos identificar los fabricados en nuestro territorio. Preguntémonos entonces: ¿Qué perdemos si dejamos de comprar un jabón Palmolive y, en su reemplazo, compramos, por ejemplo, un Savital?... Nada perdemos, fácil y sencillamente nos hemos pasado a un producto colombiano cuyo código inicia por 770. ¿Qué tal si para cada producto hacemos el mismo ejercicio? ¿Y qué tal que, esto, todos los colombianos lo hiciéramos? 

Cuando terminó la segunda guerra mundial, Alemania quedó destruida, demolida, arruinada. Y tan solo a las pocas décadas era una potencia mundial con un envidiable empuje ¿o no?... ¿qué cómo lo hicieron?... mediante la aplicación concienzuda de muchas estrategias internas; pero una de las que mejor impactó el mejoramiento de su economía, fue la decisión interiorizada de todos los alemanes de consumir solo lo propio sin permitir, así, que su tenue economía cogiese hacia afuera del País. Se fortalecieron y vigorizaron notoriamente las empresas alemanas, tanto que desde hace muchos años e, incluso, hoy por hoy, Made in Germany es sinónimo de excelente y óptima calidad. ¿Cuál sería el puesto actual de Alemania, si en los tiempos de posguerra, en lugar de apoyarse internamente se hubiesen dedicado a consumir los productos japoneses o americanos? 

Dejo estas ideas en el aire para que las rumiemos y reflexionemos con calma.