TEMAS ─ POR JOSE VICENTE G.

20.5.13

¡QUÉ VAINA CON LAS PERSONAS CELOSAS!

La mayoría de las personas parten de un supuesto que consideran irrebatible, en el sentido de que si una esposa es bella, atractiva y con gran carisma para las relaciones interpersonales, obligatoriamente su marido debe celarla intensamente y vivir muy al tanto de los movimiento de ella, sin dejarla sola un instante, preguntándole por todo, prohibiéndole muchas cosas especialmente amistades y salidas, en fin... todo un comportamiento celopático ante su esposa por ser ella muy atrayente. Y en el caso contrapuesto, lo mismo; es decir, si el marido es apuesto, simpático, interesante en sus diálogos, de buenos modales, fino vestir y económicamente estable, entonces su esposa debe ocupar el puesto de la celosa enfermiza para evitar que se lo quiten.

Para desconcierto de muchos, los celos enfermizos o subidos de tono no se dan estricta y únicamente porque haya razones externas o estímulos del exterior entorno a la persona que los siente, sino porque existen motivos internos (del celoso o de la celosa) que propician este comportamiento.

¿Qué tan baja es mi autoestima?, es el motivo, motor y raíz de fondo que apunta hacia ¡qué tan altos son los celos que siento! Toda persona notoriamente celosa o que experimenta celopatía, sufre ─necesariamente─ de bajo nivel de autoestima y, por esto, además, posee otros horribles problemas de personalidad que no corresponden a este breve artículo.

¡Qué mentira más grande ese cuentico  tonto de "me cela porque me ama"! La frase correcta sería: "Me cela porque no se valora, no se estima,  porque se siente inferior y ve a todos los demás como adversarios que lo superan, porque depende psicológicamente de mí, porque cree que si me pierde se muere, porque piensa que si me voy de su lado entonces jamás va a poder conquistar a otra persona, porque me ve como demasiado o muy calificada para él, porque cree que estando a mi lado la sociedad lo va a notar con mejores ojos y lo va a apreciar más..."

Dado que la persona celosa en exceso le hace la vida muy incómoda y fatigosa a su pareja, es normal que si esa ─su pareja─ tiene un nivel de autoestima alto, no soporte ni aguante los fastidios de su cónyuge o de su novio(a) celoso(a); y dé por terminada la relación. Así las cosas, la persona celopática encuentra estabilidad de pareja solo con alguien que tenga problemas de autoestima, y así van los dos de la mano. ¿O acaso una mujer que realmente se valore va a permitir que su marido cansón, le impida relacionarse socialmente, o le prohíba vestirse a su gusto y criterio, o le reprima la amistad con sus amigas...? No, no lo permite, prefiere irse. O ¿acaso el hombre que se valora va estar y a seguir tranquilo ante el hecho de que su mujer lo esté reiteradamente buscando en la calle y en las reuniones para molestarlo y para celarlo...? No, si eso es consuetudinario le pone su tate quieto o acaba con la relación; pero NO permitirá que se le interfiera negativamente su nivel de vida y su desenvolvimiento social. Pero si el sujeto tiene escaso nivel de autoestima, lo aceptará y seguirá conviviendo con el problema y hasta permitiendo que su mujer le escudriñe la cartera, la agenda, el celular, los buzones electrónicos y hasta los calzoncillos.

A veces uno escucha decir, "pobrecita esa mujer, cómo la agobia su marido, cómo la frena, cómo la inhibe, cómo la bloquea, por lo que él es tan celoso". Ahí no hay ninguna "probrecita", sencillamente ella sabía que él es así, y no obstante lo aceptó como pareja y le ha venido tolerando y aceptando todos los vejámenes y afrentas derivadas de sus celos enfermizos. Ahí están tal pa'cual, nada de "pobrecita", es la suerte que buscó y quiso par sí. Si hubiera tenido una mejor auto-valoración, no lo hubiera admitido.

Y lo peor es que la persona celosa enfermiza o que sufre de esas extremas e intensas emociones (patológicas) de querer poseer a otra persona para ella sola, pronto pasará de los reclamos verbales a la agresión física; y como ─en la mayoría de los casos─ su pareja no tiene autoestima, eso también terminará siendo aceptado o tolerado.

El celoso sufre: vive angustiado, preocupado, triste, con malestar, se aleja, siente temor de perder a su pareja, se siente desplazado, se aísla y empieza a hacer todo lo contrario de aquello que pueda despertar admiración y amor verdadero por parte de su pareja.

De modo pues ─amiga─ que si eres víctima de celos enfermizos por parte de tu pareja, y tu buen nivel de autoestima te impide aceptar esa situación, no debes consentir chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas. Puedes darle una última oportunidad a tu cónyuge en el sentido de buscar ayuda psicológica o psiquiátrica y esperar a que él la acepte. Desafortunadamente la efectividad de esas ayudas es bajísima, pues la personalidad de cualquier sujeto es muy difícil de cambiar y, menos, los niveles de autoestima (a veces se logran cambios o mejoras temporales; pero, luego, vuelve a lo mismo); si quieres, da esa opción. Y, lo definitivo y de raíz, es la ruptura, así de sencillo.

No hay comentarios: